miércoles, 10 de junio de 2009

Te Clavo Estereo

Crecemos bajo el imperio de miles de melodías que se multiplican a medida que bajamos de internet, al paso que creamos carpetas. Porque esos estilos se forjan con el tornillo de lo retorcido, que deja sabor!, y da nacimiento a uniones de ritmos de metalmelódico, rumba-ska, tecnoclásico, merengue marchoso y, el más abominable, reggeaton. Siguen las actividades en segundo plano y, en definitiva, seguimos paso a paso las instrucciones de progamas que se instalan y nos van anulando la memoria y el disco rigido.

Nos alejamos de archivos raros porque sometemos viruses. Los aplacamos. Están prohibidos. La piratería es de los hackers que, ya vimos, están en lujosas oficinas o en el fondo de compañías multinacionales.

Bajamos discografías enteras todos los días por ser esclavos. Porque es más cómodo que elegir canciones, que no pesan. En la rápida y ancha banda moderna que se supone de alta velocidad y que yo en cambio creo que está colapsada en conexiones y cumple perfecto con el mecanismo de retroalimentación de spam, nos vamos convenciendo de que el hedonismo musical tiene sentido y de que el mal sólo acecha en 10musica.com y Taringa.

En una clara muestra de soberbia desbordada por la verborragia de quienes, de la misma manera que yo, se bajan música islandesa desde lo distintivo, me creí alejada de esa basura.

Y me fui volviendo esclavo. Me liberé del Explorer 7 pero me interné en el Firefox, al que creí soberano. Acá hay libertad, me dije. Salpiqué mis Favoritos con links, protesté ante la fachada del nuevo Live Messenger, renuncié al monopolismo microsoftiano y eliminé de mi Windows decenas, cientos de actualizaciones forzosas. Regalé algunos programas y pensé que finalmente había logrado quedar fuera de un sistema nefasto, depravado, siniestro y mal concebido. Del que sigo creyendo que es nefasto, depravado, siniestro y mal concebido.

Pero me arraigué tanto al discurso que me convertí en snob. Eso, por empezar. Y después: preso de mí, que buscaba pertenecer. Hice el amor con quién quise y más, hasta con aquél, UBUNTU, que sólo por particular llevé hasta mi CPU, haciendo lo imposible porque acabara de instalar y yo pudiera reiniciar. Y todo para qué. Para sentirme más libre, como si la libertad estuviera ahí. Qué locura.

Seguí. No di problemas, no pedí nada, me quedé, sin necesitar, sin formatear, sin copiar o pegar, jamás. Porque de eso se trata, decía, mientras pensaba en lo inevitable como aquel que se esclaviza evocando al Linux, un destino que no podrá evitar.

Otra vez la necesidad de pertenencia. Otra vez, la bestia monopolista. Igual, exactamente igual a los religiosos de la rutina Kernel, a los fanáticos de la evolución de la tecnología.

Porque todo lo que generamos, cómo pensamos, lo que hacemos, está enterrado vivo en el código de Microsoft. Y otra vez el recomenzar la instalación. Ahora, a salir de acá. Porque acá también se vive bajo estructuras elitistas. Acá no queda nada más que sumisión al software libre. Y si algo aprendí, acá, es que está en mí el sentido pero nunca, nunca podré aceptar al abnegado, y en definitiva, me doy cuenta que Linus Torvalds y Bill Gates se juntan a comer una picada los martes y hablan de cómo nos empoman entre los dos.





7 comentarios:

Aurora dijo...

Estoy esperando una respuesta de tu parte todavía.


No voy a hacer más declaraciones

Pasa por mi blog, te dejé algo


A.-

Aurora dijo...

Estaba bueno?

Lo cerré porque me sentí... cómo se dice en venezolano? embaucada... no sé si se dice así ni en castellano.

Por tu culpa lo cerré.


Diego qué? cuando se me mete algo en la cabeza, no paro y a vos te tengo entre ceja y ceja.



Saludos


A.-

Aurora dijo...

DIEGO HAY MILES, MILLONES...

y dijiste Diego, no DIGO.


Por supuesto, vos tenés la culpa!

Estoy en huelgaaaaa, hasta que no me digas quién sos, me mandes una foto un mail, verídico o algo, no escribo un carajo más.

Estoy loca? Sí y?

Princesa Scarlatta dijo...

Adhiero al pedido de Aurora... Demostrá que sos un HQDLV!!! o quizás una MQDLV? ;)

Besos!

DC dijo...

No es mejor guardar la magia del anonimato?
Que van a decir cuando se enteren que en realidad soy un gordo zaparrastroso, que se la pasa el dia escribiendo boludeces y jugando con la Nina?

Aurora dijo...

jajajaa gordo zaparrastroso...

No quería saber si eras "guapo" o no.
Quería descubrir la mente brillante detrás de este blog.


No me siento en la gloria.



Saludos


A.-

MQDLV dijo...

HQDLV, la verdad (vio) es que no te había leído. Viste, no anduve con la cabeza muy para leer. Pero ahora que lo hice, te digo: me hiciste reír una vez más.
Y, chicas, les juro: yo soy yo y él es él!